Desobediencia del Hombre:
- Le pregunto a Adam: ¿Dónde estás tú?
- Le dijo a Adam: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo?
- Le dijo a Adam: ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?
- Y le dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho?
- Le dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondre enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
- Le dijo a la mujer: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y el se ensoñoreará de ti.
- Le dijo al hombre: Por cuanto obedecistes a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, por que de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
- He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.
Comentarios:
Como observarán aquí es donde se inicio el pecado original; por la desobediencia del hombre y la mujer.
Vemos las consecuencias que tuvo la desobediencia en esos días y lo que ha repercutido en nuestros días.
Pero sobre todo esto también sabemos que el amor de Dios es infinito y que desde el principio tuvo el deseo de hacernos felices; a nuestro Dios le agrada la obediencia y la fidelidad hacía él; lo cuál es justo; ya que además que nos creó; día a día nos da todo tipo de bendiciones.
También notamos que desde el principio el mal se ha manifestado en forma de serpiente, que engaña con el fin de robarnos la felicidad y salvación de nuestras almas.
De nosotros depende seguir el camino del bien y eso lo hacemos con las enseñanzas que Dios nos dió por medio de su santo hijo nuestro señor Jesuscristo - Redentor - Salvador y el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.
