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domingo, 11 de octubre de 2020

Respecto a los Juramentos - Mateo 5 del 33 al 37

Respecto a los Juramentos - Mateo 5 del 33 al 37

Ustedes, también, han oído que se dijo a los antiguos: No jurarás en falso y cumplirás tus juramentos al Señor.

Pues yo les digo que no juren en absoluto: ni por el cielo, que es trono de Dios; ni por la tierra, que es tarima de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del gran Rey; ni jures tampoco por tu cabeza, pues no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos. 

Que la palabra de ustedes sea sí, sí; no, no. Lo que se añada luego procede del Maligno.

Respecto al Divorcio - Mateo 5 del 31 al 32

Respecto al Divorcio - Mateo 5 del 31 al 32

Se dijo: Quien repudie a su mujer que le dé acta de divorcio. Pues yo les digo que quien repudia a su mujer - salvo en caso de concubinato - la induce a adulterio, y quien se case con una divorciada comete adulterio.


Respecto al Adulterio - Mateo 5 del 27 al 30

Respecto al Adulterio - Mateo 5 del 27 al 30

Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo les digo que quien mira a una mujer deseándola ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.

Si tu ojo derecho te lleva a pecar, sácatelo y tíralo lejos de ti. Más te vale perder una parte de tu cuerpo que ser arrojado entero al infierno. Y si tu mano derecha te lleva a pecar, córtatela y tírala lejos de ti. Más te vale perder una parte de tu cuerpo que terminar entero en el infierno.



Jesús y la Ley - Mateo 5 del 17 al 20

Jesús y la Ley - Mateo 5 del 17 al 20

No piensen que he venido a abolir la ley o los profetas. No vine para abolir, sino para cumplir. Les aseguro que mientras duren el cielo y la tierra, ni una letra, ni una coma de la ley dejará de realizarse.

Por tanto, quien quebrante el más mínimo de estos mandamientos y enseñe a otros a hacerlo será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero quien lo cumpla y lo enseñe será considerado grande en el reino de los cielos.

Porque les digo que si el modo de obrar de ustedes no supera al de los letrados y fariseos, no entrarán en el reino de los cielos.


Imagen de los discípulos - Sal y Luz - Mateo 5 del 13 al 16

Imagen de los discípulos: Sal y Luz - Mateo 5 del 13 al 16

Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿Con qué se le devolverá su sabor? Sólo sirve para tirarla y que la pise la gente.

Ustedes son la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad construida sobre un monte.

No se enciende una lámpara para meterla en un cajón, sino que se pone en el candelero para que alumbre a todos en la casa.

Brille igualmente la luz de ustedes ante los hombres, de modo que cuando ellos vean sus buenas obras, glorifiquen al Padre de ustedes que está en el cielo.

Sermon del Monte - Las Bienaventuranzas - Mateo 5 del 1 al 12

Sermón del Monte - Las Bienaventuranzas - Mateo 5 del 1 al 12

Al ver la multitud, subió al monte. Se sentó y se le acercaron los discípulos. Tomo la palabra y comenzó a enseñarles del siguiente modo:

  1. Felices los pobres de corazón, porque el reino de los cielos les pertenece.
  2. Felices los afligidos, porque serán consolados.
  3. Felices los desposeídos, porque heredarán la tierra.
  4. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
  5. Felices los misericordiosos, porque serán tratados con misericordia.
  6. Felices los limpios de corazón, porque verán a Dios.
  7. Felices los que trabajan por la paz, porque se llamarán hijos de Dios.
  8. Felices los perseguidos por causa del bien, porque el reino de los cielos les pertenece.
  9. Felices ustedes cuando los injurien, los persigan y los calumnien de todo por mi causa. Alégrense y estén contentos pues la paga que les espera en el cielo es abundante. De ese mismo modo persiguieron a los profetas anteriores a ustedes.

jueves, 18 de abril de 2019

El Sermón del Monte - Las Bienaventuranzas - San Mateo 5 del 1 al 12

El Sermón del Monte - Las Bienaventuranzas - San Mateo 5 del 1 al 12


Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.

Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:

Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.

Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.

Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamador hijos de Dios.

Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.

Gozaos y alegraos, porque vuestro  galardón es grande en los cielos;  porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros.